GRASAS
SATURADAS
Si hay un tipo de grasas que
podríamos pasar sin ellas a la perfección, son
éstas. No las necesitamos porque nuestro organismo las puede fabricar para lo
que sea necesario. Además, su consumo en exceso puede poner en riesgo nuestra
salud cardiovascular. Hay que tener en cuenta que los alimentos
que las aportan también suelen contener bastante colesterol, la
fracción lipídica que junto a las grasas saturadas en exceso propician la
aterosclerosis.
éstas. No las necesitamos porque nuestro organismo las puede fabricar para lo
que sea necesario. Además, su consumo en exceso puede poner en riesgo nuestra
salud cardiovascular. Hay que tener en cuenta que los alimentos
que las aportan también suelen contener bastante colesterol, la
fracción lipídica que junto a las grasas saturadas en exceso propician la
aterosclerosis.
El consumo de alimentos
ricos en grasas saturadas debe ser ocasional y las
encontramos en productos como los embutidos, las carnes grasas, el tocino, la
manteca, los lácteos enteros, la mantequilla, en los fritos, en algunos
productos de bollería y pastelería y, de forma excepcional, en algunos tipos de
aceites vegetales (coco, palma y cacao) y sus derivados.
Del total de las grasas ingeridas al día,
las saturadas no deben suponer más del 7-8%
encontramos en productos como los embutidos, las carnes grasas, el tocino, la
manteca, los lácteos enteros, la mantequilla, en los fritos, en algunos
productos de bollería y pastelería y, de forma excepcional, en algunos tipos de
aceites vegetales (coco, palma y cacao) y sus derivados.
Del total de las grasas ingeridas al día,
las saturadas no deben suponer más del 7-8%
GRASAS TRANS
Se comportan de un modo
parecido a las grasas saturadas y al colesterol, así
que también pueden elevar los niveles de colesterol-LDL en
sangre y los triglicéridos, con el consiguiente riesgo para la salud
cardiovascular. De forma natural las encontramos en alimentos como la
carne de rumiantes, en los productos lácteos y en la mantequilla, pero también
se forman en las frituras o por determinados procesos tecnológicos, aunque
actualmente la industria alimentaria pone todo su empeño en controlarlos y
evitar que los alimentos resultantes contengan apenas grasas trans. Como ejemplo
tenemos las margarinas
que también pueden elevar los niveles de colesterol-LDL en
sangre y los triglicéridos, con el consiguiente riesgo para la salud
cardiovascular. De forma natural las encontramos en alimentos como la
carne de rumiantes, en los productos lácteos y en la mantequilla, pero también
se forman en las frituras o por determinados procesos tecnológicos, aunque
actualmente la industria alimentaria pone todo su empeño en controlarlos y
evitar que los alimentos resultantes contengan apenas grasas trans. Como ejemplo
tenemos las margarinas
GRASAS INSATURADAS
Este grupo es interesante,
porque tiene mayor variedad y porque su consumo
adecuado aporta beneficios para el organismo. Tenemos las grasas
mono insaturadas (el más conocido es el aceite de oliva, aunque
también se encuentra en otros alimentos como el aguacate y frutos secos) que a
nivel cardiovascular puede ayudar a protegernos al mejorar los niveles de
colesterol-HDL, el bueno.
adecuado aporta beneficios para el organismo. Tenemos las grasas
mono insaturadas (el más conocido es el aceite de oliva, aunque
también se encuentra en otros alimentos como el aguacate y frutos secos) que a
nivel cardiovascular puede ayudar a protegernos al mejorar los niveles de
colesterol-HDL, el bueno.
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